La impresora 3D se usa en muchas áreas profesionales como a construcción o el diseño, pero también se usa ya en disciplinas de la medicina como la odontología, la audición o la cirugía.
Existen avances sorprendentes en las técnicas de fabricación relacionadas con la biommedicina y ya podemos ver cómo su aplicación puede ayudarnos a mejorar la salud o salvar vidas.
Algunos ejemplos que ya son una realidad son los siguientes:
Audífonos: El 98% de estos aparatos se fabrican ya con esta técnica. Este tipo de fabricación es más económica, puede personalizar el diseño para adaptarlo mejor a la cavidad del paciente y su producción es muy rápida.
Varios investigadores de Princeton han podido crear una oreja biónica a partir de la impresión de células vivas y nanopartículas provenientes de un cultivo celular en la que introdujeron cartílago y una minúscula antena. Podría ser revolucionario para el tratamiento de personas sordas.
Otra disciplina sería la odontología. Muchas clínicas la han introducido para la fabricación de coronas y prótesis dentales. Con un sencillo escaneo de la boca del paciente la impresora puede diseñar la pieza a la medida exacta y en menos de 24 horas. Esta técnica sería menos invasiva, más rápida y mucho más precisa. Es por eso que los esfuerzos se están centrando en la fabricación de esto implantes.
Escayolas: con la técnica de escaneo y se impresión de 3D los pacientes pueden acceder a prótesis o piezas ortopédicas diseñadas milimétricamente a la medida de su cuerpo.
Huesos, músculos, cartílagos: Un grupo de especialistas de EEUU han demostrado la viabilidad de tejidos impresos. Según el estudio en animales las estructuras impresas regeneraron más de un 90% tejido. Está en fase embrionaria pero se cree hay muchas posibilidades para la biomedicina
Simulaciones quirúrgicas: permite a los médicos recrear con materiales casi idénticos a los del área que se va a operar, simulacros y prácticas a escala real, lo que aumenta las probabilidades de éxito.
Existen avances sorprendentes en las técnicas de fabricación relacionadas con la biommedicina y ya podemos ver cómo su aplicación puede ayudarnos a mejorar la salud o salvar vidas.
Algunos ejemplos que ya son una realidad son los siguientes:
Audífonos: El 98% de estos aparatos se fabrican ya con esta técnica. Este tipo de fabricación es más económica, puede personalizar el diseño para adaptarlo mejor a la cavidad del paciente y su producción es muy rápida.
Varios investigadores de Princeton han podido crear una oreja biónica a partir de la impresión de células vivas y nanopartículas provenientes de un cultivo celular en la que introdujeron cartílago y una minúscula antena. Podría ser revolucionario para el tratamiento de personas sordas.
Otra disciplina sería la odontología. Muchas clínicas la han introducido para la fabricación de coronas y prótesis dentales. Con un sencillo escaneo de la boca del paciente la impresora puede diseñar la pieza a la medida exacta y en menos de 24 horas. Esta técnica sería menos invasiva, más rápida y mucho más precisa. Es por eso que los esfuerzos se están centrando en la fabricación de esto implantes.
Escayolas: con la técnica de escaneo y se impresión de 3D los pacientes pueden acceder a prótesis o piezas ortopédicas diseñadas milimétricamente a la medida de su cuerpo.
Huesos, músculos, cartílagos: Un grupo de especialistas de EEUU han demostrado la viabilidad de tejidos impresos. Según el estudio en animales las estructuras impresas regeneraron más de un 90% tejido. Está en fase embrionaria pero se cree hay muchas posibilidades para la biomedicina
Simulaciones quirúrgicas: permite a los médicos recrear con materiales casi idénticos a los del área que se va a operar, simulacros y prácticas a escala real, lo que aumenta las probabilidades de éxito.
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